Antes de escribirte me he leído el artículo de Miguel Ángel García Vega en El País, “El alto coste del lado oscuro”, que recomiendo echar una ojeada, sobre los daños de todo tipo que en mi país (España) la corrupción acarrea: frena la salida de la crisis, genera ineficiencias en la economía y degrada la imagen de España en el extranjero. Transcribo el siguiente párrafo: “Las grandes empresas y las todopoderosas fortunas son los principales defraudadores en nuestro país. Le siguen, a bastante distancia, las pymes y los autónomos, rompiendo ese mito urbano de que es en la pregunta “¿con IVA o sin IVA?” donde reside el mayor fraude”.
Sí, ya te lo imaginabas. Cargamos contra el sufrido autónomo, esa especie que, al igual que el lince ibérico, se encuentra en peligro de extinción. O incluso contra aquella desesperada persona que, sumergido en plena economía de subsistencia (que no economía sumergida). necesita conseguir comida para subsistir y los grandes defraudadores se van de rositas, por mucho que el Gobierno de turno, y todos los que le precedieron, digan lo contrario (imagen incorporada posteriormente: fuente: pixabay).
Sí, ya te lo imaginabas. Cargamos contra el sufrido autónomo, esa especie que, al igual que el lince ibérico, se encuentra en peligro de extinción. O incluso contra aquella desesperada persona que, sumergido en plena economía de subsistencia (que no economía sumergida). necesita conseguir comida para subsistir y los grandes defraudadores se van de rositas, por mucho que el Gobierno de turno, y todos los que le precedieron, digan lo contrario (imagen incorporada posteriormente: fuente: pixabay).