Después de una opípara barbacoa, agradable sobremesa la de ayer en casa de unos amigos, con los que hace ya unas décadas optamos a unas licitaciones que, supremamente, eran concedidas a otras firmas nacionales de consultoría, a pesar de que nuestros proyectos tenían todas las bendiciones en cuanto a solvencia técnica, dimensionamiento, cualificación curricular de los equipos, etc.
Era de cajón que recordáramos aquellos tiempos ¡Cómo no! Surgió el tema sobrecogedor de los “sobre cogedores”, que tanto se habla y escribe en estos días los medios de comunicación nacionales e internacionales. Llegamos a la conclusión que tan grave es lo de los presuntos sobresueldos no declarados como de dónde salía el dinero, presuntamente de comisiones por licitaciones de obras y servicios.
Recuerdo que aunque nos lo pasamos muy bien preparando los expedientes, contactando con las personas, diseñando el programa, recabando la documentación técnica, …, también dedicábamos tiempo y capital. Creíamos que nuestra oferta iba a ser irrechazable, porque al excelente proyecto técnico se unía un ajuste concienzudo de costes en cada hito o nodo y con el valor añadido de que éramos una consultora del ámbito territorial de actuación de la entidad pública.
Después llegaba el mazazo. Los proyectos se asignaban a otros y cuando tímidamente solicitábamos argumentación, siempre se nos decía que nuestra opción era muy buena, pero habían optado por tal o cual. En algún caso creo que percibimos una ejecución similar a nuestro planteamiento. En fin. Cara de tonto que se nos queda si entonces también pululaban los “sobre cogedores”. Que esta semana te sea beneficiosa en lo laboral, empresarial, institucional o profesional, según proceda o te interese (Fuente de la imagen: sxc.hu). Post publicado también en el sitio "Blog de Manuel".