En “Turno de oficio”, indirectamente te escribía
sobre el abogado de oficio, ese profesional que, al abrigo de la normativa
sobre asistencia jurídica gratuita, ayuda a las personas sin recursos a circular
por los procedimientos judiciales. Traigo este tema a colación porque con
tantos cambalaches políticos y judiciales en mi país, reflexioné sobre
si está apareciendo una nueva figura jurídica: el fiscal de oficio, ese profesional
del Ministerio Fiscal español que, de oficio, ayuda a la presunta figura demandada, no actora, es decir, a la parte que es o puede ser acusada de delito. Recurriendo a las ideas claves estudiadas en el marco de
Fundamentos de Derecho Público, de la mano de la profe Mercedes, descubrimos que en España el Ministerio Fiscal realmente no es un órgano jurisdiccional, ni pertenece al
Poder Judicial, pero ejerce funciones que le son propias en el ámbito de dicho
poder. El marco jurídico lo configura el Estatuto orgánico del Ministerio
Fiscal (EOMF) aprobado por la Ley 50/1981.
En cuanto a la estructura orgánica, se encuentra dirigido
por el Fiscal General. Es un órgano único sometido
al principio de jerarquía, legalidad e imparcialidad. Según el art. 3 del EOMF, las funciones de los fiscales caminan desde la promoción de la acción de
la justicia en defensa de la legalidad, los derechos de los ciudadanos y el
interés público (actuará de oficio o a instancia de los interesados), hasta
velar por la independencia de los tribunales y procurar la satisfacción del
interés social. Por tanto, por ejemplo, en el caso Nóos (ver “Stand by imputatorio” o “¿Igual para todos?”), las acciones del fiscal para desimputar a
la Infanta, podrían catalogarse como “de oficio” ¿No te parece? Si, ya,
técnicamente puede hacerlo. No hay normativa que lo restringa o impida. Pero es
chocante que con tantas pruebas e indicios en contra de la consorte del Duque Urdangarín, el fiscal actúe de esa forma, por
lo que no extraña que la sociedad empiece a pensar que lo mismo que existe la
figura de abogado de oficio para las personas necesitadas, aparezca la figura
del “fiscal de oficio” para los que por una u otra razón, coyuntural o estructuralmente, pertenezcan a la casta de los privilegiados (Fuente de la imagen: sxc.hu. Texto publicado en Blog de Manuel).